martes, 9 de agosto de 2016

No sólo los pacientes en tratamiento por cáncer pierden el cabello

Hace una semana tomé la decisión que veía como inevitable hace una semana. Lo pensé y repensé. ¿Tendría que cortarme el pelo, sí o no? ¿Debería optar por raparme o por una media melena? Cualquiera fuera mi decisión sería dolorosa porque implicaba renunciar a algo que yo me había empeñado en cuidar durante años, y una de los aspectos de mi cuerpo que no estaban dañados. Si con la caída de cabello perdí un tercio del total de mi cabello, con el corte perdí dos tercios. Pero no se nota, primero, porque tenía mucho cabello y, segundo, porque tengo una muy buena peluquera. Ella ne conoce lo suficiente como para saber que si decidí a raparme, lo haría y se tomó muy en serio la misión de proponerme el medio término. Prometí que colgaría una foto 📷 con el nuevo corte de cabello en Facebook y lo hice. Agradezco a mi peluquera 💇 que es LA peluquera pues entendió lo que necesitaba sin que yo dijera una palabra y no se echó atrás a pesar de mi obvia tristeza por el cambio obligado. Mil gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario