- Las ganas de arrancarse una pierna en una crisis de dolor con tal de aliviarlo.
- La necesidad de acostarse en el piso no importa donde te encuentres, acostarse y ya.
- El dolor en las mandíbulas luego de una noche especialmente difícil, o varias, con empujes de dolor.
- El "andar como perro rabioso".
- La "descarga eléctrica" por las piernas que no logras aliviar con nada.
- Esa sensación muy real de que puedes morder a alguien durante un empuje de dolor o incluso matar a alguien que cruce tu camino.
- La impotencia cuando descubres que no puedes controlar tu propio cuerpo.
- La sensación de que tu cuerpo se convirtió en tu enemigo contra en cual tienes que luchar.
- La envidia/rencor, la mayor parte del tiempo inconsciente, dirigida a un miembro de la familia o amigo deportista o que puede realizar alguna actividad con su cuerpo que tú ya no (como correr, andar en bicicleta o cargar en brazos a tu hijo pequeño).
- Volverse intolerante a personas que se quejan por nimiedades (como un dolor de cabeza o una noche mal dormida).
Y alguna más que agregaré a medida que las vaya recordando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario