martes, 10 de febrero de 2015

11 de diciembre de 2014

       
6.15 AM. Debe hacer una hora que estoy despierta. Mi último bloqueo lumbar fue el 7 de noviembre de 2014. Un mes después es obvio que no ha dado resultado. Fui al baño, me mediqué y leí una entrevista a Angelina Jolie en una revista. Veinte minutos y unos artículos más después, el dolor aumenta y hago otra incursión a la heladera. Me tomo una botellita de yogur y me preparo para mi medicación más temida, que no es el tramadol* sino el ketofen* . Busco el medio comprimido que me restó de ayer y lo dejo un rato a la vista, esperando que el yogur asiente en el estómago y que algún milagro haga que el dolor desaparezca y no tenga que ingerirlo. Ese comprimido blanco de un antiinflamatorio calmará el dolor, sí,  pero provocará otro. Mi última técnica consiste en dividir un comprimido en dos para ingerir menos cantidad por vez y disminuir la sensación de que abre un hueco en mi estómago cada vez que lo tomo. Mi Pulga (mi inseparable Pinscher) renuncia a usarme de almohada ya que no me quedo quieta, y opta por recostarse,  enroscadito, entre mis piernas. 

7.15 AM. Me levanto a abrir las persianas y dejar que entre la luz del sol. Un dolor fino como la punta de un cuchillo afilado corre por la parte superior de mi muslo izquierdo. Creía que había desaparecido pero aún está ahí y me lo demuestra cuando camino hamacándome como un pato, para intentar diluir el dolor en las articulaciones cada vez que doy un paso.  Charlo con mis perros y vuelvo a la cama luego de desechar el frasco de tramadol que tenía al lado de la cama y buscar el último que me queda. Lo dejo ahí,  a la vista, mientras decido si espero un poco más o ingiero una nueva dosis.

10.00 AM. Me levanto, como galletas con fiambre que tengo en la heladera, dos o tres bocados,  y vuelvo desesperada a la cama.  Reconozco el movimiento de mi cuerpo,  como si meciera un bebé entre los brazos solo que ese bebé es mi propio cuerpo. Traigo las galletitas de las Monster High que compré para quedarme con la lata decorada, la botella de tónica y me siento en la cama. Imposible estar de pie el tiempo suficiente como para prepararme algo más elaborado. Unas fauces invisibles se clavan al lado izquierdo de mi cadera y yo misma las ayudaría a arrancar un pedazo de mi carne si con eso aliviara el dolor. Mis planes de ir a mi trabajo a realizar trámites pendientes pulsan en mi conciencia como las agujas de un cronómetro interior. Aunque no vaya mañana a la elección de horas, en algún momento tengo que levantarme a llevar la carta poder para que mis compañeras me elijan las horas. Así que levantarme es la clave,  levantarme sin dolor me obsesiona, porque ir trastabillando a mi trabajo y terminar internada en Camcel un día en que no está mi doctor, no me atrae como plan de acción. 


* El ketoprofeno es un fármaco antiinflamatorio no esteroideoTiene una potente actividad analgésicaSirve para el tratamiento de enfermedades reumáticas, traumatologías y procesos inflamatorios en general. 
http://es.m.wikipedia.org/wiki/Ketoprofeno

El tramadol (DCI) es un analgésico de tipo opioide que alivia el dolor actuando sobre células nerviosas específicas de la médula espinal y del cerebro
http://es.m.wikipedia.org/wiki/Tramadol

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