lunes, 16 de febrero de 2015

Y cuando no hay dolor...

      Qué pasa cuando el dolor arrecia? En primer lugar, no hay día sin dolor.  Pero sí hay días con dolor moderado, poco dolor, o períodos din dolor. Doy ejemplos. Hace semana y media,  luego de mi primera sesión de acupuntura en que estuve una tarde sin dolor. Había comenzado a ordenar y limpiar mi biblioteca y los libros estaban apilados porque solo podía arreglar un grupo de seis por vez y tenía que acostarme  a cada rato para que la columna descansara. Pensé en renunciar a mi empresa y los libros estuvieron dos días formando verdaderos corredores que debía desviar cada vez que quería ir al baño o a la cocina. Sin dolor, arreglé lo que restaba de mi biblioteca en una tarde y me sentí feliz. Sin embargo no siempre logro aprovechar eses periodos de tregua. Doy otro ejemplo: hubo un día de mucho dolor en la mañana y parte de la tarde. Cuando logré aliviarme simplemente no hice nada el resto del día.  Me sentía paralizada y con miedo de hacer cualquier cosa o movimiento mal que provocará el retorno del dolor. Y el tercer ejemplo es lo que llamo "dolor moderado", el dolor constante y tolerable al que el cuerpo se acostumbra y con el cual trabajo y llevo una vida "normal". Esos se convirtieron en los "días normales" de una persona con dolor crónico.          Por último están los días en que el dolor se vuelve moderado pero debes enfrentar los efectos secundarios de tanta medicación. Por ejemplo, ayer. El sábado había sido un día duro. Había estado toda la mañana con dosis altas de medicación para combatir el dolor sin mucho resultado.  Al día siguiente mi inseparable gastritis por los medicamentos había empeorado y mis intestinos estaban muy inflamados, sentía hambre pero las náuseas no me dejaban comer: son los efectos secundarios del exceso de analgésicos. Después de años se aprende a compensarlo... con otros medicamentos. 

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